Es noticia en periódicos y redes sociales. Tras el partido de baloncesto de la Final Four en Milán, donde el Maccabi se hizo con el partido contra el Real Madrid por un resultado de 86 a 98, la red social de los 140 caracteres se vio inundada de todo tipo de comentarios, incluyendo algunos que están fuera de cualquier justificación.
Leemos en 20 Minutos algunas «perlas» dejadas por usuarios de la red social y te preguntas cómo es posible que en pleno Siglo XXI estemos en éste plan.
Más allá de cualquier puntualización personal hacia la colectividad, me guste o no, comparta o no y entiéndase que en ningún momento estoy a favor o en contra de Israel, opino que es de un pésimo y retrógrado gusto denigrar a cualquier individuo y/o colectividad cómo es el caso, con comentarios despectivos que fomentan y promueven un odio innecesario a todas luces.
El pasado al que se ha aludido cómo castigo psicológico y los insultos proferidos forman parte de las miserias y vergüenzas de la humanidad por objetivos que contestaban a intereses de unos y no del conjunto de la raza humana en si.
Tras de ésos jugadores hay padres, madres, hermanos, hijos… ¿y si fuese al revés? ¿Cómo entenderías que la comunidad judía nos tildase de ésto y lo otro, o nos recordase nuestras miserias de un pasado no muy lejano? Pues no lo han hecho. Leyendo algunos «comentarios», he tenido incluso la percepción que el baloncesto sólo ha servido de excusa para mostrar una cara nada agradable. Sin entrar en ningún tipo de connotación histórica, sólo es un partido de baloncesto, sólo es deporte, y cómo tal, no deberían existir fronteras para su ejercicio.
De hecho, el fiscal general del Estado ha garantizado que actuarán con el «máximo rigor» a la hora de combatir la apología de crímenes y del genocidio en las redes sociales, cosa lógica y esperada. Sólo podemos pedirle al señor Torres-Dulce que actúe de la misma manera en otros ámbitos cómo la corrupción y estafas contra las arcas del Estado, que entiendo son las arcas del conjunto de la sociedad. Por no hablar de aquellos que están en proceso donde hay personalidades de la vida pública imputadas. Por último, no olvide a la banca con los desahucios, que atentan contra los derechos fundamentales en muchos casos que están reflejados en la Constitución Española dejando a las familias en un absoluto desamparo. Es decir, esperamos la misma contundencia y el mismo rasero, la misma vara de medir.
Créame si le digo que cuenta con el apoyo del grueso de la población para apoyarle en todos estos temas.
Desde Isla Tortuga nuestra más sincera enhorabuena por el título. Es lo único que interesa. Esperemos estar a la altura. Todos.
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