Via FileDownloader.net nos llega este interesante transcrito del papel escrito parece ser por Perez Reverte. Un manifiesto con increibles palabras en contra de los Radares de Trafico y dando una serie de pistas de como se deberia evitar o bien disputar las multas que te ponen en carretera. Lo teneis en LEER MAS >>> y aparte de la autocritica que el mismo se lanza, si leeis entre lineas encontrareis la forma de disputar sanciones de trafico hecha por estas maquinitas.
Salu2
AngelosoNo acostumbro a reproducir articulos de papel a formato electr?o, mas que nada por el co? que es… pero este ultimo articulo de Perez Reverte merece la pena 😉
En los ?mos diez a? los de Picolandia me han puesto dos multas de tr?co, creo recordar. Nada grave: exceso de velocidad de once kil?ros por hora en v?de servicio y de veintialgo en autov? Las dos afor?eligios….
En los ?mos diez a? los de Picolandia me han puesto dos multas de tr?co, creo recordar. Nada grave: exceso de velocidad de once kil?ros por hora en v?de servicio y de veintialgo en autov? Las dos afor?eligiosamente, sin recurrir nada, y tan amigos. El que la hace, la paga. Pero aun as?las dos veces me qued?erta frustraci?utera, pues nadie me detuvo para identificarme. S?un coche entrevisto en el arc? una mirada por el retrovisor mientras piensas «te han cazado, Arturete», y nada mas. Ni flash usan ahora. Nung?uardia vestido de verde medio kil?ro m?lejos, ordenandome parar y diciendo, con la mano en la visera: «Buenos d?. Documentaci?por favor», como mandan los c?nes y la bonita tradici?spa?. Nada. Al cabo de un mes o dos, carta oficial,etc?ra. El hombre contra la m?ina. Y punto.
Ahora me entero de que Tr?co va a invertir ocho millones y medio de mortadelos en nuevos radades fijos de carreteras. Y que se vana instalar -nunca lo adivinar? ustedes-, no en v? de doble sentido donde ocurren siete de cada diez esparrames, sino en autov? y autopistas, donde la velocidad es mas alta, pero el porcentaje de cebollazos m?bajo. Dicho en corto: que esos ocho kilos y medio no buscan evitar accidentes y salvar vidas, sino recaudar viruta. Que es de lo que se trata; porque una cosa es que las cifras negras de cada operaci?alida o llegada sean m?o menos estremecedorasm, y otra, que con esto del carnet por puntos y la mayor prudencia de la pe?ue conduce, la Administraci?eje de sangrar al personal meti?ole el cinco de bastos en la pelleja. Poruqe ojo. Jesucristo dijo hermanos, pero nunca dijo primos, Faltar?m?
De manera que esto de los radares fijos, y que a usted y a m?os hagan fotos y nos enteremos un mes o dos m?tarde, demuestra varias cosas, pero sobre todo una: que, demagogias y telediarios aparte, a las autoridades competentes les importa un carajo que vayamos a doscientos treinta por hora, que nos matemos en la pr?a curva o que saltemos la mediana y nos llevemos por delante a una pareja de jubilados, a un viajante de comercio o a quien sea. Lo que quieren es que la caja registradora haga cling, cling. Cualquier absoluto hijo de puta puede pasar como un rayo con el Bernueve, poniendo en peligro la vida de todo cristo, y lo que har?l coche de tr?coemboscado o el radar fijo y maravilloso marca Toshiba, o la que tengan los radares, es hacer una foto estupenda de la matr?la del coche, que es lo que interesa: que los numeritos y letras se vean claros, para saber a qu?ropietario de coche adjudic?ela y trincar. Pero al conductor, al fulano que en ese momento concreto es un peligro p?co, nadie lo para, ni lo identifica, y puede seguir quienentos mil kil?ros adelante a la misma velocidad, hasta que se rompa la crisma o se la rompa a alg?nfeliz. La pasta est?egura, y la cosa, resuelta. A partir de ah?a la Administraci?a Tr?co, a quien correspondam le dar?o mismo que, si el conductor tiene medios, compre los puntos perdidos a alguna de las avispadas gestor? que los ofrecen por Internet; o si es coche puesto a nombre de una empresa, que el propietario tenga un compadre en Nueva York, Hong Kong o Nairobim a cuyo permiso de conducir atribuirle el marr?Y que reclamen all?
As?ue, aunque no sirva para un carajo, hoy quiero reivindicar mi derecho a ser detenido e identificado en carretera cuando meta la gamba. Es m? Exijo que, una vez hecho el retrato de atentos al pajarito, una dotaci?e picoletos me corte el paso con la autoridad debida, me haga aparcar en el arc?con gesto en?ico, y tras afearme la conducta -se han pasado varios puevlos, etc?ra-, el guardia S?hez me haga firmar la papeleta correspondiente mientras el cabo Mart?z mueve la cabeza y dice, reprobador: «Deber?darle verg?a, se?Reverte». M?a?En caso de que se me cruze el cable, y decida no parar y seguir a toda pastilla esquivando el control -que igual ese d?me da por ah? reclamo mi derecho constitucional a ser perseguido por la Benem?ta como Dios manda, con pirulos de destellos azules y sirenas de ordenanza, pi-po, pi-po, pi-po, derrapando en las curvas y todo eso, hasta ser reducido, identificado, esposado y puesto a disposici?el juez Garz?del juez Grande Marlaska o del juez que sea. Uno paga lo que haga falta, que para eso estamos. Y m? mereciendo la multa o lo que corresponda. Pero puestos a que te la endi? por lo menos que sean guardias de carne y hueso, redi?No una puta m?ina.