Hasta aquí podíamos llegar. Se puede copiar de too y de casi tooo… pero el jamón de Jabugo, ni me lo toques!!! Porque hay una severa diferencia entre los espárragos COJONUDOS made in spain y los de la carretilla made in china (haz la prueba y NUNCA más comprarás espárragos chinos), si extrapolamos al jamón, la cosa va muy mal…
Atentos a éstos dos nombres: [i]Wang Weiqiang[/i] en 2006, el chino que quiso registrar la marca [b]Jabugo[/b] y su colega, [i]Wu Zheren[/i] en 2007, que quiso registrar la marca [b]Hameng Jabugo[/b].
Cómo siempre, en Espain, donde todo is diferrrrrent y vivimos más engañados de la realidad que los de Matrix, nos enteramos años luz después…¿y porqué?
Por lo de siempre. Si hubiese trascendido la noticia, algún «hispanolisto emprezarial» tendría registrado el nombre, la web, la marca y la de spm… y la otra razón, más poderosa… es que los chinos tardaron las mil y una para abrirnos el mercado… 1.300 millones de humanos para comer es mucho jamón para vender.
Menos mal que nos quedan patriotas y defensores de lo poco que no hemos regalado, cedido, prestado y no devuelto, o nos ha sido usurpado…. la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en China detectó las solicitudes de las marcas y remitió un escrito a la Oficina de Marcas de aquel país por el que se instaba a la revocación de los permisos y lo puso en conocimiento del consejo regulador de la denominación de origen Jamón de Huelva, que ha conseguido parar la apropiación del nombre. (no me digas ná… no lo tenían…)
Y te preguntarás…¿puedo registrarlo yo? Pues no. El jamón elaborado en la localidad onubense de Jabugo y los pueblos de la zona que incluso se extienden por varias provincias colindantes está protegido oficialmente por la denominación de origen con el nombre de [b]Jamón de Huelva[/b], ya que en su día se había registrado el nombre [b]Jabugo[/b] por la firma Sánchez Romero Carvajal, del grupo Osborne, pionera en la zona.
Así que ya sabes… si un día saboreas plástico en un jamón y no lo encuentras, probablemente encuentres un «made in china» y el sello CE en la pata, a un irrisorio coste de 19 euros/pieza