El estudio, que publica la revista Science, concluye que el m?do se basa en un delicado equilibrio entre dos fuerzas opuestas, la gravedad y la inercia. La punta de la lengua del gato se curva ligeramente hasta rozar la superficie del l?ido y es entonces cuando se pliega a toda velocidad arrastrando una buena cantidad de l?ido hacia arriba.
Los ingenieros, que se hicieron con una especie de robot para simular el movimiento de la lengua de gato y la columna de agua que levanta, han comprobado que los lametones se producen cuatro veces por segundo (demasiado r?do, dicen en TNYT, para que el ojo humano distinga nada) y a una velocidad de 1 metros por segundo.
La idea se le ocurri? doctor Stocker hace tres a? en el MIT, mientras ve?beber a su gato Cutta Cutta. Acostumbrado a aplicar la f?ca al mundo biol?o, Stocker se pregunt??roblemas hidrodin?cos estaba resolviendo la lengua del gato. As?ue consult?su amigo Pedro Reis, experto en mec?ca de fluidos, y se pusieron manos a la obra.
Enredando enredando, decidieron comparar la frecuencia de lametones de Cutta Cuttacon la de los grandes felinos y concluyeron que la frecuencia depende de la masa del animal. De esta forma, han creado una f?la que han puesto a prueba y dicen que funciona: la frecuencia de lamet?ebe ser el peso del animal elevada a 1- 1/6 y multiplicado por 46. Los que teng? calculadora, gato, y tiempo libre, poneos a comprobarlo y nos cont?.